... paraíso material, olvidan que ese mismo paraíso con sus huríes se encuentra descrito en las páginas de San Efrén; cuando niega la muerte real de Jesús, no hace más que seguir las doctrinas docetistas ...
... que uno tiene libre; ¡y se había usted de ir al paseo ¿Pero ayer? ¿No entró usted ayer en San Efrén? ¿No cantaba la de García? -¡Para lo bien que canta, hija Parece un grillo.-Pues ella dice ...
... a los del Islam, por definición son anteriores a él. Numerosos himnos son atribuidos a San Efrén de Edesa.La vida musical. Aunque la escuela de laúd de Bagdad ya no existe de la manera que le dio ...
... literatura y civilización siríacas (de los ss. II al X). De su escuela filosófica y teológica salieron san Efrén, Eulogio, Eusebio, el obispo Rabulas y la herejía nestoriana. Después la escuela derivó ...
... de sus obras, Ignacio Padilla recibió el "Premio Nacional de Cuento Efrén Hernández” 1994), el “Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí” (2000), junto con Jorge Volpi,...
... como virtudes, sacramentos, cristología y ascética, sin olvidar la polémica con los judíos. El diácono san Efrén de Siria (306-373) fue el más importante de los escritores siriacos. Nació en Nísibe ...
... Industriales; una tía ricachona vendía percales, franelas y pañolería en la calle estrecha de San Efrén; la mayor parte de sus amigas cosían por las casas, o eran oficialas de la mejor modista. Además ...
... , y enhebrándose por entre cestas de gallinas, de huevos, de quesos, salió a la calle de San Efrén, y luego al atrio de la iglesia, donde se detuvo deslumbrada. Cuanto lujo ostenta un domingo ...
... su agravio, este pensamiento la embriagaba. Maquinalmente, al llegar a la entrada de la calle estrecha de San Efrén bajó una mano para recoger el vestido que se iba manchando de barro, y al hacerlo ...
... , y en el día tiene una casa de tres pisos y un buen comercio en la calle de San Efrén... ¿Y la que casó con aquel coronel del regimiento de Zaragoza?... Una chiquilla, que también hacía pitillos ...
... concurre toda la high-life de Marineda, la aguardaba su marido ante el pórtico de San Efrén charlando con vecinos y amigotes. Parece que en el mismo instante en que la comandanta, después de haber ...
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